Partiendo de la base de que el cabello es un claro ejemplo de nuestro estado mental, emocional y físico, deberíamos prestarle más atención. Si no tienes bien claro cuando necesitas cortarlo, si es necesario cortar mucho o con las puntas hay suficiente, aquí van una serie de señales que seguro te harán tomar la decisión de coger el teléfono y llamar para concretar tu hora con la estilista.
*Con lo fácil que era peinarse por las mañanas durante las dos o tres semanas posteriores a tu último corte de pelo. Recuerdas? Te dabas un poco de secador y con las manos prácticamente te quedaba igual que a la peluquera. Bien, deben haber pasado algunos meses, demasiado para que un corte de cabello conserve su forma y estilo.
* Llevas con la misma medida de melena los últimos cinco años. Si no nos cortamos las puntas, el mismo deterioro de la fibra capilar hace su proceso. Se desintegra, ya sea por factores externos o por cualquier otra razón. Se rompe el cabello, y nunca llega a crecer lo deseado.
* Si tienes el cabello fino será necesario un mayor compromiso. Elige los días en los que vaya a haber luna creciente o llena, así te asegurarás que crecerá mas fuerte, sano y posibilemente un poco más rápido.
*Tienes un color en las raíces y medios, y uno completamente distinto en puntas. A no ser que hayamos pactado un sombreado, este fenómeno te pide a gritos un corte. Las puntas más claras serán las más porosas, las que más han sufrido y por tanto las que tienen la cutícula más abierta, y difícilmente recuperable. Lo mejor es deshacerse y seguir con el proceso.
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